Visita guiada a la Fábrica de Harinas La Esperanza: un ejemplo único de patrimonio industrial en Alcalá de Henares

Esta mañana ha tenido lugar una visita guiada a la Fábrica de Harinas “La Esperanza”, dentro del programa de actividades iniciado por el Ayuntamiento para conmemorar el 24 aniversario de la declaración de Alcalá como Patrimonio de la Humanidad.

La fábrica de harina “La Esperanza” fue fundada por Sergio del Real en 1916. Las máquinas con las que fue inaugurado se han conservado en el espacio intactas. En su apogeo, la empresa tenía 28 empleados y producía 22.000 kilogramos de harina al día. Por ello, la fábrica fue un objetivo estratégico durante la Guerra Civil y fue bombardeada en numerosas ocasiones.

Además, contaba con una posición privilegiada al estar situado entre la autovía Madrid-Barcelona y la vía férrea.

La fábrica funcionó hasta la década de 1980. En la primavera de ese año se iniciaron los trámites para reconocerla como monumento cultural y turístico de la Comunidad de Madrid en la categoría de recurso de importancia industrial.

La teniente de alcalde y concejala de Patrimonio Histórico, Diana Díaz del Pozo, dio la bienvenida a los participantes. Para el alcalde, “la visita a la Fábrica de Harinas es una oportunidad para descubrir una parte de nuestro pasado, ya que Alcalá de Henares fue una ciudad muy ligada a la actividad industrial en el siglo XX. Este es un caso único en la Comunidad de Madrid”.

La Fábrica de Harina es un ejemplo de la primera industrialización de Alcalá, donde la industria harinera siempre ha tenido un papel importante y ha sido un hito en la producción de harina. El edificio principal, que es un buen ejemplo de la arquitectura de ladrillo de inspiración mudéjar de principios del siglo XX, ha conservado su estructura de madera casi sin cambios y también alberga la mayor parte de la maquinaria original adquirida por el fundador de la empresa suiza ‘Daverio Henrici & Cie’.

Entre los elementos conservados de la época de incorporación, se encuentra un sistema de tracción, molinos mecánicos de cuatro cilindros de madera, tableros tamizadores, así como canastos o sistemas helicoidales que permitían el movimiento del grano y la harina en diversos procesos productivos.

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