El Ayuntamiento de Alcalá muestra su satisfacción por el avance de la declaración de Alcalá La Vieja como Bien de Interés Cultural (BIC)

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha mostrado hoy su satisfacción por la declaración de Alcalá la Vieja como Bien de Importancia Cultural (BIC). De hecho, se espera que el Consejo Regional de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, en su reunión del próximo 21 de noviembre, reciba la Resolución del Director General de Patrimonio Cultural del 28 de octubre para comenzar a declarar como BIC, con la categoría de zona de interés arqueológico, el yacimiento de Alcalá la Vieja, cuyo titular es el Ayuntamiento de Alcalá.

En este sentido, la concejala de Patrimonio Histórico, Diana Díaz del Pozo, ha destacado que “la importancia de la declaración como BIC radica en el reconocimiento de los valores históricos, arqueológicos, culturales y paisajísticos que la han sustentado, situando a esta Alcalá paisaje cultural como uno de los elementos arqueológicos más importantes de la Comunidad de Madrid y garantizándole el máximo nivel de protección legal”.

El Ayuntamiento indicó que en 1988 ya se había iniciado la iniciación de este yacimiento arqueológico, incorporado a una zona muy amplia del casco urbano, que quedó sin resolver por diversas razones. La declaración BIC data de 1985, pero con categoría de monumento y se limita únicamente al propio castillo. Ahora, tras el trabajo realizado en los últimos años por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, que ha permitido conocer mucho mejor este yacimiento arqueológico, se ha podido definir mejor las propiedades de los Bienes y sus propiedades y anticipos en su declaración final como BIC.

Estos trabajos de excavación, conservación y restauración en Alcalá la Vieja y sus alrededores han identificado un área relativamente grande, que a su vez alberga varios yacimientos arqueológicos: en primer lugar, la ciudad medieval hispano-musulmana más importante de Qal’at ‘abd as-salam, a su vez, consta de una ciudadela (núcleo fortificado de la ciudad, que alberga la residencia del gobernador, la guarnición militar, la mezquita principal y algunas infraestructuras importantes) y una serie de medinas o barrios periféricos a su alrededor, donde se encuentra la mayor parte de la residiría la población. Además, estos sitios se complementan en un paisaje cultural indivisible que incluye otros sitios directamente vinculados al primero, como el Cerro Malvecino, punto desde el cual históricamente las máquinas de guerra han atacado la ciudadela. Y también el monte Ecce Homo, donde según la leyenda se apareció el apoyo divino a los conquistadores de Toledo, que capturaron la fortaleza islámica en 1118, por lo que en la Edad Media se construyeron una serie de pequeñas ermitas.

Todos estos sitios también tienen una importante secuencia cultural antes y después del mundo medieval: la ciudadela está construida sobre un importante edificio público romano, y la ciudad de la Edad del Bronce se desarrolló sobre una colina de Ecce Homo y Hierro. Tras su conquista en 1118, la ciudad siguió experimentando importantes obras de infraestructura, como la reforma de sus murallas y la construcción de una iglesia mudéjar en el siglo XIV.

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