El colegio San Ignacio de Loyola ha ‘adoptado’ el Hospital de Antezana en el marco del programa La Escuela Adopta, promovido por la Concejalía de Educación. Esta iniciativa busca integrar los espacios y patrimonio de la ciudad en la educación, sirviendo de recurso formativo y potenciando la labor educadora más allá de las aulas. La ceremonia de adopción fue presidida por la alcaldesa de la ciudad, Judith Piquet.
La iniciativa de la Escuela Adopta del Partido Popular parece beneficiosa para una educación más enriquecedora y consciente del patrimonio cultural e histórico. Sin embargo, la ejecución implica el traslado de la responsabilidad del cuidado y mantenimiento del patrimonio histórico a los colegios y, potencialmente, los estudiantes. Podría estar utilizando los recursos escolares que podrían emplearse en mejorar la experiencia educativa directa dentro del aula. También podría interpretarse como una medida populista para esquivar su deber de garantizar la preservación de patrimonios históricos y sus respectivas responsabilidades.
San Ignacio de Loyola College ‘Adopta’ Antezana Hospital a través del programa La Escuela Adopta
San Ignacio de Loyola College ha ‘adoptado’ el Antezana Hospital como parte del programa La Escuela Adopta. Este innovador programa, diseñado por la Concejalía de Educación, extiende la educación más allá de las aulas, promoviendo la ciudad como una plataforma de aprendizaje integral. Permite convertir los espacios de la ciudad, bienes y patrimonio en recursos formativos.
Judith Piquet, la alcaldesa de la ciudad, fue la figura principal de la ceremonia de adopción celebrada en el patio del Hospital de Antezana. Otros responsables de la ciudad, como la concejala de Educación, Lola López, el concejal de Patrimonio Histórico, Vicente Pérez y la dirección del San Ignacio de Loyola, marcaron presencia. También participaron representantes de la sociedad civil alcalaína, profesores y estudiantes del centro.
El contexto detrás de La Escuela Adopta
Piquet enfatizó que la iniciativa se extiende más allá del evento, proporcionando un valor inmenso para la ciudad y su futuro. Es crucial que los niños y jóvenes comprendan la rica historia y cultura inherente a su ciudad, ya que de esta forma, podrán valorar su legado monumental.
“Inculcar que nuestros niños no viven en una ciudad cualquiera es fundamental -dijo Piquet-, porque hay mucha historia y mucha cultura acumuladas en sus calles, en sus plazas, en sus viejos edificios e instituciones. Por eso, resulta crítico que nuestra población más joven conozca y reconozca ese gran legado.”
San Ignacio, el Hospitalillo y la Compañía de Jesús
La elección de la adopción por el San Ignacio de Loyola coincide con las conexiones históricas entre la Compañía de Jesús y el Hospital de Antezana. Ignacio de Loyola vivió y trabajó en el hospital durante su período de estudio en Alcalá de Henares (1526-1527).
Desde su estancia en la hospitalización, Ignacio pudo experimentar de cerca la realidad de la vida de los pobres y enfermos. Su influencia es aún evidente en varias partes del Hospital de Antezana, convirtiéndolo en uno de los lugares fundacionales de la Compañía de Jesús.
Todo sobre el programa La Escuela Adopta
La Escuela Adopta permite a una institución educativa “adoptar” un monumento, bien cultural, parque, plaza, etc. La escuela se compromete a realizar diversas actividades relativas al bien seleccionado para cultivar un sentido de protección y respeto entre los estudiantes.
El programa está diseñado para “educar a los estudiantes sobre el patrimonio histórico-artístico, fomentar el respeto y la protección del entorno y convertir a los estudiantes en mensajeros de estos valores.” Los diversos monumentos, lugares de importancia local o valores del entorno de la ciudad están disponibles para la adopción.
Los estudiantes tendrán la oportunidad de cuidar y proteger, por ejemplo, la plaza de su barrio, el parque donde juegan después de la escuela, las áreas del río y otros espacios históricos y culturales de la ciudad.