El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publicó ayer una resolución por la que se inicia la declaración como Recurso de importancia cultural y turística de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Recurso de Importancia Industrial, almacén del antiguo molino harinero La Esperanza en Alcalá de Henares.
La Fábrica de Harinas, fundada por Sergio del Real en 1916, es un ejemplo de la primera industrialización de Alcalá, en la que la industria harinera siempre ha tenido un papel importante y supuso un hito en la producción de harina, pudiendo moler hasta 22.000. harina al día. El edificio principal, que es un buen ejemplo de la arquitectura de ladrillo de inspiración mudéjar de principios del siglo XX, tiene una estructura de madera casi sin cambios y alberga la mayoría de las máquinas originales adquiridas por el fundador de la empresa suiza «Daverio Henrici». & Tú».
La cuarta teniente de alcalde y regidora de patrimonio histórico, Diana Díaz del Pozo, ha señalado que “Es una gran noticia para Alcalá de Henares que se proponga dar a conocer la revista del molino de la antigua fábrica de harina como Bien Cultural. Sin duda sería una gran inyección al patrimonio de nuestra ciudad«
«La inclusión de esta fábrica centenaria en el listado BICs Alcalá de Henares, en la categoría de propiedad industrial, supondría un hito ya que sería la primera declaración que daría la máxima protección a la industria en nuestra ciudad.”, dijo Díaz del Pozo.
Los expedientes se someterán a la aprobación del Pleno del Consejo Regional de Patrimonio del día 3 de mayo en presencia del regidor.
De la época fundacional se conservan un sistema de tracción, molinos mecánicos de cuatro cilindros de madera, sembradoras cribadoras, así como sistemas de cangilones o helicoidales que permitían el paso del grano y la harina a través de diversos procesos productivos.
Es por tanto un ejemplo único en el que se conserva tanto el edificio de la fábrica como los elementos de maquinaria industrial, tal y como fueron inventados por su fundador en 1916.
Por otra parte, la iniciación incluye, en la delimitación de un entorno protector, la perfecta edificación de una fábrica de electricidad que sirvió de almacén a la «Fábrica de Harinas La Esperanza» y vivienda familiar con acceso desde la calle Daoíz y Velarde 28.