Las cigüeñas forman parte del paisaje de Alcalá, con una población de 109 parejas de cigüeñas blancas, lo que embellece aún más, si cabe, el rico patrimonio histórico y monumental de una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Alcalá de Henares. Hoy, 3 de febrero, haciendo referencia al famoso dicho “Detrás de San Blas verás una cigüeña”, vemos regresar a las últimas aves de las zonas migratorias.
Enrique Nogués, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, ha destacado que «Las cigüeñas forman parte del patrimonio de esta ciudad, por eso en torno a ellas hemos diseñado una de las rutas más representativas de la Parte Vieja, que no solo pasa por algunos de los lugares más representativos e icónicos de la ciudad, como la Plaza de Cervantes, por la Universidad Cisneriana, la Capilla del Oidor o el Palacio Arzobispal, pero se hace de la mano de un educador ambiental para ofrecer una experiencia única«.
Desde el Departamento de Medio Ambiente, dentro del Programa Ocio Verde, estas rutas son totalmente gratuitas y están a cargo de educadores ambientales, y se realizan los fines de semana. Para reservar plaza en la «Ruta de las Cigüeñas» o cualquiera de las ofertas de ocio ecológico, simplemente rellena el formulario de inscripción en el portal https://inscripciones.ayto-alcaladehenares.es/actividades-de-educación-ambiental-febrero- Marcha /.
Alcalá de Henares contó en 2021 con 109 parejas, con un éxito de 105 parejas reproductoras, lo que supone un 96,3%.
Tras el cierre y precintado del vertedero, la Mancomunidad de Municipios de Oriente, de la que forma parte Alcalá de Henares, puso en marcha un nuevo punto de alimentación complementaria, proporcionando alimento únicamente a cigüeñas y otras aves cerealeras. Las cigüeñas de Alcalá de Henares, junto con individuos que viven en otros lugares, llegan allí de madrugada para alimentarse.
Son aves admiradas por su gran tamaño y majestuoso vuelo, con una gran afición por los lugares familiares, lo que hace que año tras año regresen a los mismos nidos y/o zonas de reproducción, lo que los convierte en nuestros vecinos cotidianos en nosotros.